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Altura de la almohada. ¿Almohadas gruesas o finas?
Es primordial supervisar la altura de la almohada para eludir problemas cervicales. Siempre debemos pensar que lo idóneo es que nuestra almohada nos posicione el cuello en el eje de la columna, sin que la cabeza rote ni se lateralice.
Una mala posición en la cama también tiene bastante que ver con la utilización de una almohada inadecuada. Por ejemplo , la utilización de una almohada bastante alta en la posición tumbado boca arriba hace una exagerada flexión cervical. Esto favorece la aparición de tensiones y espasmos musculares en la zona cervical, tal como en el resto de la columna.
La recomendación para la situación de descanso de boca arriba (decúbito supino) es una almohada fina, pero no excesivamente delgada, pues provocaremos que el peso de la cabeza recaiga sobre los hombros de apoyo , forzando la extensión cervical. Debe ser bastante a fin de que rellenemos con ella el hueco cervical (lordosis cervical).
En el caso de que durmamos en situación de lado (decúbito del costado ), es conveniente usar una almohada mucho más alta, que nos cubra todo el hueco lateral entre el hombro y la oreja, para que de esta forma reposemos la cabeza y eliminemos tensiones puesto que dormiremos ajustados.
Si nuestra posición para descansar es boca abajo (decúbito prono), la almohada debe ser lo mucho más fina posible para no ocasionar una extensión y rotación exagerada de la cabeza.
Por otro lado , también tenemos que seleccionar la altura de la almohada en función de cómo sea nuestro colchón. Para un colchón blando es preferible utilizar una almohada mucho más alta, para no hundir el cuerpo provocando tensión cervical, y en los casos de que usemos un colchón duro debemos usar una almohada baja para evitar malas posiciones.
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